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Publicado el 16 agosto, 2024

Los Aurora en Bellver (SonsDeNit)

REPORTAJE + ENTREVISTA
Fotografías de José Luis Luna
Crónica y entrevista de Fátima Yráyzoz
Los Aurora en Bellver (SonsDeNit) - Pere Martínez - Mallorca Music Magazine

Palma, martes 13 de agosto de 2024

Deconstruyendo el flamenco a ritmo de jazz

Populares y eclécticos, Los Aurora bordaron su directo como una sólida formación con la batuta entre ritmos jazzísticos y compases flamencos

 Por Fátima Yráyzoz
 José Luis Luna (ver galería)

Los Aurora no es solo el nombre de la banda y de su primer trabajo, sino también un rendido tributo a poetas andaluces. De Lorca a Falla, en un amplio recorrido por canciones tradicionales y populares, con las que esta formación catalana navega respetuosamente a través de sonoridades eclécticas, que fusionan con otros géneros partiendo de la batuta del jazz.

El pasado martes 13 de agosto, en el escenario incomparable del Castell de Bellver de Palma y dentro del ciclo SonsDeNit, música i patrimoni, un ciclo patrocinado por Serra de Tramuntana, ofrecieron un sólido y bien construido espectáculo en el que interpretaron temas de sus dos álbumes: Aurora (Taller de Músics, 2017) y La balsa de la Medusa (Flamenco Experimental, 2022), dejando patente su calidad como músicos tanto como su rebeldía y frescura, buscando ampliar las fronteras de un género con tanto arraigo como el flamenco.

El quinteto, residente en Barcelona y formado por Pere Martínez (voz), Max Villavecchia (piano), Javier Garrabella (bajo), Joan Carles Marí (batería) y Marina Paje (baile), viene con el aval de una sólida formación clásica en cada instrumento. No es casual que la banda al completo haya pasado por el reconocido Taller de Músics, que además les ha permitido contactar con otros géneros. El éxito de su primer trabajo les llevó a pisar escenarios internacionales tan dispares como Corea, Canadá, Islandia o Rusia.

El liderazgo recae en Martínez, natural de Sant Cugat del Vallès, sin duda un cantaor que puede considerarse heterodoxo. Inició carrera como cualquier andaluz, en los tablaos de la Ciudad Condal, licenciándose en el Grado Superior de Música Flamenca tras su paso por el Taller y habiendo sido alumno de maestros como Enric Palomar o Chicuelo. Su timbre de voz y sus quejíos pueden recordar por momentos al maestro Enrique Morente o a Niño de Elche, figura con la que ha trabajado. Se nota su conocimiento de los viejos cantaores, tanto como su estilo propio. Como se dice en terminología flamenca, sabe buscar el «pellizco» a la hora de cantar.

Arrancaron con su versión de «La aurora de Nueva York» de Lorca, interpretada de manera muy diferente a la conocida. Aquí la banda la reversiona por seguiriya, y la colaboración de la bailaora da aun mayor vistosidad y nivel al espectáculo.

Arrancaron con su versión de «La aurora de Nueva York» de Lorca, interpretada de manera muy diferente a la conocida. Aquí la banda la reversiona por seguiriya, y la colaboración de la bailaora da aun mayor vistosidad y nivel al espectáculo. El dominio sobre tablas de Paje deja ver sus dotes como coreógrafa graduada en Danza Española. Como en el resto de músicos, su baile le lleva a traspasar fronteras hasta otras danzas que ha querido investigar.

Tras ello y con cantaor y bailaora fuera de escena, llegaron bellos momentos de instrumentación jazzística bajo la batuta de la percusión de Marí. El talento de este joven eivissenc le ha llevado a ser uno de los baterías más reclamados y cotizados en la isla, y a convertirse en habitual del Eivissa Jazz y varias formaciones de proyección internacional. Manejó pedales y baquetas con destreza, elegancia y suavidad exquisitas.

Además del piano de cola, Villavecchia jugó con un teclado eléctrico. El pianista, también compositor, inició su vínculo con el flamenco a través de masterclass de maestros como Chano Domínguez o Chicuelo. Su inquietud le llevó a estudiar un postgrado en el Conservatorio de Amsterdam, donde se especializó en técnicas de música carnáticas propias del sur de la India. A su vez, el bajista y compositor Garrabella, también interesado en la música india y en los ritmos carnáticos, demostró sobre el escenario dominar la técnica interpretativa de Konnakol (arte de percusión vocal del sur del país).

En los más de noventa minutos de directo hubo momentos emotivos, como el público siguiendo unos tangos a las palmas, Martínez interpretando el clásico «El lenguaje de las flores» de Morente o los originales acordes jazzísticos en la popular «Anda jaleo». Como colofón, y para demostrar jondura, el cantaor no dudó en acercarse al proscenio y arrancarse sin micrófono con unos fandangos.

Para finalizar, la solemne «Canción del fuego fatuo» del gaditano Manuel de Falla, con su conocido estribillo «Lo mismo que el fuego fatuo / lo mismito / es el querer», con la que Los Aurora demostraron estar a gusto y querer al público de Palma. De ahí que quisieran regalar dos bises, prometiendo volver.

Pere Martínez: «Podemos ser un grupo de salida para puristas que busquen algo diferente, e igualmente de entrada para los que no se atrevían a escuchar flamenco»

Tras la actuación quisimos conocer un poco más de la historia de este quinteto, y hablamos con Pere Martínez, su vocalista y responsable de la creación en Los Aurora.

¿Por qué y cuándo surgen Los Aurora?

Si no recuerdo mal fue hacia 2016 tras un encargo que me hizo el Auditori de Barcelona. Estaban interesados en montar una serie de conciertos que, sin ser música clásica, sí tuvieran algún tipo de vínculo con su programa de esa temporada. Por ejemplo, tenían un concierto de Manuel de Falla. Por otra parte, Robert Brufau, el director de entonces, me propuso crear un repertorio en torno a la figura del compositor.

Hablé con Enric Palomar, director del Taller de Músics, escuela donde estudiamos y nos conocimos los cuatro miembros de la banda, para ver cómo acometer esta idea. Me ayudó muchísimo, y entre los dos diseñamos un repertorio que pensamos tenía todo lo que se nos había pedido. Por un lado, las canciones populares de Falla, también del cancionero de Lorca, y finalmente de Felipe Drei (uno de los maestros de Falla, un compositor que fue reconocido por recuperar cantos y piezas musicales populares olvidadas, que acababa recomponiendo). Así organizamos una especie de triángulo, dando como resultado un repertorio de temas muy interesante.

Todo ello se tradujo en un concierto en el Auditori, pero ahí todavía no éramos Los Aurora como tal. Tras ese directo seguí con las directrices de Enric respecto a escoger a los músicos que finalmente formaríamos la banda. Comenzamos con Max Villavecchia al piano y Javier Garrabella al bajo, con quienes ya habíamos compartido proyectos en el Taller. La primera idea, que suele ser lo más habitual, fue crear un cuarteto con percusión. Sin embargo, yo insistí en tener un sonido más de batería, más rockero. De ahí que incorporáramos la batería de Joan Carles Marí. Tanto Max como Javier ya venían de trabajar juntos en un combo, así que no dudé en elegirles.

¿De dónde te viene tu vínculo con el flamenco?

Si te soy sincero, no lo adopté de la relación con mi abuelo paterno, que era de Murcia y un gran aficionado. Murió cuando yo apenas tenía cuatro años. Lo que sí puedo afirmar es que, como se dice, hay una transmisión más allá de la vivencia. En los genes. ¿Puede ser? Mi realidad es que siempre me ha gustado cantar, lo hacía desde pequeño. Escuchaba la música de mis hermanas mayores, grupos de fusión flamenco como Ojos de Brujos o Mártires del Compás, o los primeros trabajos más pop de Niña Pastori. A partir de ahí empecé a tocar con unos amigos.

Tendría unos veinte años cuando conocí a un guitarrista flamenco que me enseñó discos de Duquende, Miguel Poveda o Camarón que desconocía, y cuando los escuché tuve clarísimo que me provocaba, me encendía. Al no tener referentes de cómo aprender el cante, me hablaron del Taller de Músics, y allí fui. Posteriormente también han llevado durante años el management de Los Aurora. Mi paso por tablaos también fue fundamental para aprender más.

Has estado acompañando a Niño de Elche, con el que obviamente tienes caminos paralelos.

Le he acompañado en su último espectáculo flamenco, «Mausoleo de celebración y muerte». Todavía nos quedan unas fechas por cubrir.

Abrir fronteras en el flamenco siempre trae consigo la crítica de los más puristas. ¿Cómo crees que se os ha recibido?

Con diversidad de opiniones, como pasa en otros géneros. A unos les gustamos más y a otros menos. De nosotros se ha dicho que somos una especie de puerta de salida para los más puristas del flamenco, para que puedan oír cosas distintas y sorprenderse. O al revés, una puerta de entrada para los no aficionados, público no habitual por parecerle una música dura o difícil y que gracias a nosotros puede entrar e interesarse poco a poco por lo más tradicional o puro del género.

¿Para cuándo vuestro tercer trabajo?

Si todo va bien puede estar en la calle a principios del año que viene.

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Publicado por:

Fotógrafo de la escena musical española y local desde 2010.
Colaborador de festivales y revistas de ámbito nacional, ha expuesto en diversas ciudades españolas y en el extranjero.
Fotógrafo en Mallorca Music Magazine.

Periodista y productora musical. Me formé en Madrid, en el grupo Prisa: Canal Plus, Cadena SER. Siempre atraída por la música, he colaborado en revistas como Neo2 o suplementos como Tentaciones de El País o el del Diario La Provincia en Canarias. De mi pasión por el flamenco, la cual me viene por mi raíz andaluza y del cual me considero una gran aficionada, conservo muy buenos recuerdos, ya que tuve la fortuna de conocer a los más grandes de este arte como cronista para Diario de Cádiz, Diario de Sevilla y la revista especializada La Caña.

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